20 de febrer 2009

Motius

[...] no sabría, si se le preguntara por ello, si se sigue escribiendo por costumbre, o por afán de prestigio, o porque no se ha aprendido otra cosa, o por asombro ante la vida, por amor a la verdad, por desesperación o indignación, así como tampoco sería capaz de decir si mediante la escritura uno se vuelve más inteligente o más loco. Tal vez cada uno de nosotros pierda la perspectiva en la medida en que siga construyendo su propia obra, y tal vez por este motivo tendemos a confundir la complejidad creciente de nuestras construcciones espirituales con un paso adelante en el conocimiento, mientras que, al mismo tiempo, ya intuimos que nunca vamos a poder comprender los imprevistos que ciertamente determinan nuestra carrera.

W.G. Sebald, Los anillos de Saturno